quinta-feira, 20 de novembro de 2008

O REENCONTRO...

Todos, de alguna manera nos reencontramos,
Aquí o allá; acá en mi lecho o allí en un bus,
No importa donde, pero nos reencontramos,
En una encrucijada, o en un jardín azul,
En el fondo del camino, o en una casualidad,
No importa el lugar, lo cierto es que ahí estás.
Y así, asimismo, lo inmenso deviene pequeño. Y,
El laberinto se vuelve un mapa de calles con nombres.

Todos, creyentes o no creyentes,
Pero de este lado, Opacos por la sed y el hambre,
Pero con la luz en la mirada,
Todos, en algún instante nos volvemos a cruzar.

Todos los de este lado, luchadores infatigables,
Guerreros de antaño y combatientes modernos,
Justos y equivocados, hombres de una causa,
Militantes del bien y del amor noble,
Caminantes, viajeros donadores de sonrisas,
Trovadores que reparten la esperanza,
Poetas que van por las calles oscuras aclarando el alma,
Todos, no importa dónde ni cómo, lo cierto es que ahí estás.

Todos, ateos y escépticos,
Pero de este lado,
Desteñidos por los latigazos del sol,
Pero de corazones coloridos,
Todos, en algún instante nos vemos en esta lucha de siglos.

Apaga tu dolor, porque no estamos solitarios en esto,
Ya somos muchos, ya se cuentan por millones,
Sométete al silencio y, escucha...
Contempla la luna, sólo, en la noche oscura,
Observa tranquilo aquella mirada y, perfórala.
Déjate llevar por el viento, como si fueras una hoja,
Busca el sueño en la noche. Así. Profundo,
Y ya verás, seguro que mañana me encontrarás.

( Luis Arias Manzo, poeta Chileno )

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